La conferencia Sustain de 2023 supuso un retorno a la presencialidad, reuniendo a 400 participantes en el teatro Trianon de París los días 13 y 14 de marzo en el evento más importante de EcoVadis dedicado a las cadenas de suministro sostenibles. Además, 3.000 personas de 82 países distintos siguieron el acontecimiento en línea, con una media de seis horas de permanencia en la conexión.
En la conferencia se puso de manifiesto la redefinición de los cambios, las dificultades y las incertidumbres que han supuesto los últimos tres años, proponiendo como tema principal el compromiso #Committed Con todo, ante la disrupción causada por las cuestiones geopolíticas, las previsiones económicas a nivel mundial y el cambio climático avanzando a un ritmo superior al de nuestra adaptación, debemos, ahora más que nunca, mantener nuestro compromiso de impulsar el cambio.
¿Y en qué consiste un compromiso verdadero? En pocas palabras, el compromiso es todo aquello que lleva a tomar medidas eficaces: la perseverancia, el seguir avanzando de forma implacable y no contentarse con intentos, sino con acciones. Esto significa que hay que enfrentarse a las dificultades en lugar de rehuirlas, incluso aunque no tengamos una solución perfecta todavía.
Las soluciones para la sostenibilidad deberían ser rentables por norma general
La buena noticia, tal como nos contó nuestro ponente inicial, Bertrand Piccard —explorador, emprendedor y fundador de The Solar Impulse Foundation—, es que ya contamos con la mayoría de la tecnología de sostenibilidad, solo es cuestión de usarla de forma inteligente. Esta institución ha identificado más de 1.000 soluciones limpias y ecológicas que pueden generar empleos y beneficios y, a la vez, reducir las emisiones y preservar los recursos naturales. Además, ofrece una guía de soluciones para responsables políticos y empresariales para facilitar la implementación de dichas soluciones a gran escala.
“No tenemos que elegir entre una solución económica o una solución ecológica, simplemente guiarnos por la lógica”, afirmó Piccard, enfatizando que es posible un crecimiento cualitativo. Sin embargo, para lograrlo debemos abandonar objetivos utópicos y escapar de la inercia, aceptando el hecho de que vivimos en un mundo repleto de ineficiencias y desperdicio. Es fundamental adoptar una actitud innovadora. Es hora de ser exploradores y actuar de forma audaz, y de demostrar que optar por el camino de la sostenibilidad es rentable a nivel económico y puede ser realmente emocionante.
Curiosamente, la conferencia Sustain tuvo lugar solo unos días antes de que el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) publicará su sexto informe de evaluación, cuyo objetivo es proporcionar una base científica para que la política internacional pueda responder a la crisis. El mensaje de Sustain no podría estar más alineado con el del informe. En palabras de John Kerry, enviado especial de Estados Unidos por el Clima, para el periódico The Guardian: “El mensaje que ha lanzado el IPCC hoy es sumamente claro: estamos progresando, pero no lo suficiente. Contamos con las herramientas para prevenir y reducir los riesgos de las peores repercusiones de la crisis climática, pero debemos aprovechar el momento y actuar ahora”.
No hace falta lograr la perfección para conseguir un progreso sostenible
Los distintos ponentes de este evento, que duró dos días, hicieron resonar este mensaje de un modo u otro. Muchas de las personas que intervinieron en la conferencia hablaron de su experiencia a la hora de implementar programas de compras sostenibles en sus organizaciones y empresas, y resaltaron la importancia de seguir adelante activamente, independientemente del punto de partida. Afirmaron que para lograr avances no hay que esperar a que se dé el conjunto de reglas, datos y soluciones perfecto. La clave es no vacilar ni esperar a que se inventen nuevas tecnologías para solucionar el problema del calentamiento global, ni tampoco quedarse de brazos cruzados hasta que los problemas sociales, éticos y de seguridad se solucionen por sí solos. “No pasa nada si nadie te ha allanado el camino. Ya darás con la solución; solo tienes que ponerte manos a la obra”, comentó Paige Goff, vicepresidenta de Sostenibilidad en Domtar.
Emisiones de alcance 3: No hay tiempo que perder
El imperativo de actuar y encontrar soluciones sobre la marcha es especialmente relevante en el caso de las emisiones de alcance 3. “No necesitamos los datos perfectos, necesitamos empezar”, manifestó Guido D’Agostino, jefe de Compras Globales del Grupo Chiesi en una de las sesiones en las que se hablaba de las perspectivas de los profesionales sobre el proceso de descarbonización de las cadenas de suministro. En su intervención explicó cómo la empresa logró la certificación B-Corp en 2019 y cómo están sacando partido del Carbon Action Module de EcoVadis.
Un representante del CDP compartió este mismo punto de vista durante la conferencia. En la sesión titulada «Las emisiones de alcance 3 y el camino hacia la neutralidad de carbono», Dexter Galvin, director global de Corporaciones y Cadenas de Suministro, habló de cuán importante es comprender la situación de los proveedores de una empresa en cuanto a la gestión de las emisiones y ayudarles a embarcarse en su viaje hacia la sostenibilidad. Además, hizo hincapié en que “no hace falta contar con conjuntos de datos perfectos sobre las emisiones de alcance 3 para tomar medidas. Tenemos que actuar lo más rápido posible”.
Christophe Quiquempoix, vicepresidente de Compras Sostenibles de Schneider Electric, concordó y añadió que “no hay tiempo que perder [...]. Tenemos que actuar y ponernos manos a la obra ahora mismo. Ha llegado el momento de trabajar todos juntos, tanto si venimos del mismo sector como si no, para que el cambio llegue antes”.
Aprovechar el poder de las cadenas de suministro para fomentar la innovación sostenible
Otro de los temas recurrentes en las distintas mesas redondas y presentaciones a lo largo de los dos días fue la importancia de la tecnología y de la innovación para una transición sostenible más rápida. La pregunta es: ¿cómo lo llevamos un paso más allá? ¿Cómo seguimos innovando?
Durante más de una década, las empresas han estado aprovechando el poder de las cadenas de suministro para transformar productos y servicios. Y, por supuesto, un gran poder conlleva una gran responsabilidad. ¿Cómo podemos, entonces, como compradores o clientes, gestionar y utilizar esta responsabilidad? La respuesta radica en pasar del cambio operativo a la mejora transformativa. Hemos avanzado, pero todavía no hemos alcanzado la meta.
Los ponentes que formaron parte de la mesa redonda «Impulsar mejoras en la cadena de valor» hablaron del concepto de una pirámide de necesidades en la gestión de las cadenas de suministro: la base es recibir el producto o el servicio, después pedimos mejoras y, en última instancia, pedimos innovación. Hay dos maneras de abordar esta cuestión: se puede ir mejorando de forma gradual o empezar a cuestionar el sistema. Lanzamos dos preguntas: 1) ¿Estoy haciendo todo lo que está en mi mano para fomentar un cambio sistémico? 2) ¿Si me quedo bloqueado en el sistema existente, estoy eludiendo el cambio?
De la sostenibilidad a la resiliencia
Cuando impulsamos la innovación sostenible en nuestras empresas y organizaciones y en las cadenas de suministro, es fundamental no perder de vista que, a la vez, también estamos generando una enorme ventaja competitiva como consecuencia de la resiliencia resultante. En una mesa redonda dedicada al propósito y al beneficio, George Serafeim hizo referencia a estudios que se realizaron en varias empresas en plena pandemia de la covid en marzo 2020, que demostraron
que las organizaciones que contaban con una cadena de suministro sólida y unas relaciones estrechas tanto con los empleados como con las compañías de su cadena de suministro fueron mucho más resilientes. “La ventaja competitiva que aporta la resiliencia, igual que la ventaja competitiva que aporta la eficiencia, será sumamente relevante en muchos sectores económicos”, afirmó.
Cabe mencionar que en marzo de 2020, los mercados globales cayeron un 25%; una volatilidad similar a la que observamos actualmente. Cuando preguntamos qué empresas eran las más resilientes, la respuesta fue que son aquellas organizaciones que tenían cadenas de suministro sólidas y una relación estrecha tanto con las compañías de su cadena de suministro como con sus empleados. Gracias a esto podían garantizar la seguridad y la productividad.
Resultó muy interesante ver las ventajas que esto suponía para las empresas y ver también que este efecto se concentraba en los sectores más afectados. Es una lección clave: durante más de diez años se ha centrado enormemente la atención en la eficiencia, lo que ha llevado claramente a una reducción de los precios, por ejemplo, pero se han sacrificado las relaciones con los proveedores. Ahora vemos que no solo es importante fijarse en la eficiencia, sino que también hay que prestar atención a las relaciones, concretamente a las relaciones en la cadena de valor.
La receta para una transformación sostenible: colaboración, logros rápidos y objetivos a largo plazo
Otro mensaje destacado y recurrente en la mayoría de las presentaciones fue que, independientemente de cómo se enfoque la transformación sostenible, será imposible lograr el éxito sin colaborar y sin establecer objetivos claros a medio y a largo plazo. Dicho de otra forma: la sostenibilidad es un viaje en el que se empieza con objetivos fáciles y rápidos de alcanzar para ir allanando el camino para los objetivos más ambiciosos y a largo plazo. Un viaje al que todo el mundo se va sumando progresivamente. Es el caso tanto en términos de cómo las empresas implican a los empleados y a las distintas unidades internas de negocio, como en las relaciones externas y la colaboración sectorial.
Shristi Ella, gestora de proyectos ESG en Husky Technologies señaló cuán importante es contar tanto con un enfoque descendiente como ascendente y que los empleados se sientan partícipes y empoderados para liderar iniciativas de sostenibilidad. “Los trabajadores deben sentir que están aportando, deben entender los objetivos de sostenibilidad y por qué son importantes”, explicaba. Añadió que es vital asegurarse de que se establezcan puntos de control o verificación claros en lugar de establecer objetivos para el año 2050, ya que esta acaba siendo una aspiración poco realista.
En cuanto a una colaboración más amplia a nivel industrial, las iniciativas sectoriales, facilitadas por EcoVadis, son por supuesto un excelente ejemplo. Citando a Jan Paul van der Velde, director de Compras en AkzoNobel: ”Las iniciativas sectoriales son el camino a seguir. Hay que ponerse en marcha y colaborar, el tiempo es oro y, para hacerlo bien, hay que trabajar en conjunto”. A modo de explicación, añadió que dado que las empresas del mismo sector suelen compartir muchos de los proveedores, tiene sentido saber cuáles son. “El objetivo es plantearse cómo podemos contribuir a que nuestros proveedores puedan trabajar de manera eficaz con todo el sector. En algunos aspectos competimos, pero en este no hay competencia posible. Para lograr un cambio, el sector debe dar un paso adelante conjunto, todos juntos, algo que ya estamos haciendo”.
Christianna Reed, vicepresidenta y asesora jurídica de Brooks Automation se mostró de acuerdo: “Una empresa por sí sola no puede cambiar el mundo, pero si trabajamos juntos podemos lograr mucho”.
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