La crisis de COVID-19 ha dejado al descubierto una amplia gama de riesgos en las cadenas de suministro, acentuando también vulnerabilidades conexas. Millones de niñas y niños en todo el mundo corren el riesgo de perder su infancia, su educación o incluso sus vidas, todo a causa del trabajo infantil. Ellos son los que necesitan más protección. La OIT estima que en el mundo hay 218 millones de niños de entre 5 y 17 años que trabajan, de los cuales 152 millones son víctimas del trabajo infantil y casi la mitad de estos, 73 millones, ejercen trabajos infantiles peligrosos.
El COVID-19 ha cerrado escuelas, pero también ha provocado simultáneamente falta de mano de obra y aumento de la capacidad de producción, una caída en los ingresos y el empleo, y un aumento en la mortalidad y pobreza adulta. Todos estos factores han hecho crecer el riesgo de trabajo infantil, de reclutamiento por grupos armados, de explotación sexual, y otras formas de abuso a menores. Desde el sector cafetero ya se han presentado solicitudes para que se reduzca la edad mínima para trabajar.
“La experiencia de anteriores situaciones de crisis, como la epidemia del Ébola de 2014, muestra que estos factores desempeñan un papel especialmente importante en el incremento del riesgo de trabajo infantil y trabajo forzoso”. OIT
Los expertos advierten de que el brote de COVID-19 podría provocar un aumento del trabajo infantil en distintos países, y que los efectos secundarios en niñas y niños de todos los países no tendrán precedentes. World Vision estima que las vidas de 30 millones de niños y niñas están amenazadas por problemas de salud y nutrición causados por las “secuelas” de la pandemia de coronavirus.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) promovió el Día Mundial contra el Trabajo Infantil en 2002 para alertar sobre el alcance global de la explotación infantil. El Día Mundial contra el Trabajo Infantil de este año, que se celebrará el 12 de junio, se centrará en el impacto de la crisis en el trabajo infantil. La pandemia de Covid-19 puede tener una afectación y escala negativas sin precedentes en la vida y futuro de millones de niñas y niños en todo el mundo. Necesitan protección.
El Pacto Mundial de las Naciones Unidas y la OIT ofrecen información y directrices útiles para que las empresas aborden cuestiones relacionadas con el trabajo infantil y los derechos humanos y laborales en sus cadenas de suministro:
Consulte nuestro último informe “Modern Slavery in Supply Chains: New Legislative Landscape and Due Diligence Strategies” – La esclavitud moderna en las cadenas de suministro: nuevo panorama legislativo y estrategias de diligencia debida- para saber cómo asegurarse no solamente de que cumple la legislación, sino de que también hace lo suficiente para identificar riesgos, y para proteger los derechos humanos y laborales en su cadena de suministro.
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