La Directiva sobre la Diligencia Debida en Sostenibilidad Empresarial, también conocida como CSDDD o CS3D, establece requisitos de diligencia debida empresarial en cuestiones de sostenibilidad para las empresas que operan dentro del bloque europeo. Los nuevos estándares de diligencia se aplican no solo a las acciones directas de una empresa, sino también a sus filiales y proveedores.
La CSDDD se aplicará a las empresas europeas con al menos 1.000 empleados y una facturación de €450 millones, lo que incluye aproximadamente a 5.400 empresas. Se introducirá gradualmente entre 2027 y 2029, comenzando con las empresas más grandes con más de 5.000 empleados y dando a las más pequeñas el tiempo necesario para prepararse. La directiva también afectará a las empresas fuera de la UE si superan un cierto umbral de ventas en el mercado europeo.
A pesar de ser una versión reducida en comparación con la propuesta original, la CSDDD influirá de manera significativa en las cadenas de suministro empresariales, asegurando que desempeñen un papel fundamental en la mitigación de los impactos negativos sobre los derechos humanos y el medio ambiente. Obligaciones climáticas, como la implementación de planes de transición, son necesarias para que las empresas cumplan con su parte.
¿Y ahora qué?
El marco ha sido establecido; la clave, como siempre, residirá en la implementación de las normas. En este punto, las empresas, especialmente en países donde no existen leyes nacionales sobre la cadena de suministro, deberían tomar medidas para garantizar el cumplimiento. A continuación, se presentan algunas estrategias clave a seguir.
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